Feto de 14 semanas
Querido hijo:
Después de una profunda reflexión, muy a pesar nuestro, no tenemos más remedio que "interrumpirte". Nos gustaría salvarte la vida pero qué vida íbamos a ofrecerte... Serías siempre un bebe no deseado, y nuestro deseo es muy importante. Compréndenos. Nosotros ya estamos aquí y tu... bueno, tu... no eres más que un "nasciturus". O sea, alguien que ha de nacer; es decir, nada. Sí, ya sé que dos, tres, cuatro... meses más e inundarías la casa de lloros de un ser frágil pero con toda una vida por delante, pero... lo siento, te ha tocado. ¡Escucha, escucha un momento! Ya te hemos dicho que nuestros deseos son muy importantes, y tú no eres más que un embarazo no deseado.
Y no te creas, a veces también pienso en que mis suegros y en mis cuñados… ¡No te digo nada de mi jefe! ¿Y la vecina...? ¡uf, la vecina! ¡A veces son tan molestos, tan pesados! que pienso ¿por qué tendré que aguantarles! ¡Si no son deseados! Me dicen que no puede ser, que me contenga, que no puedo ir por la vida dando vareta a todo el que no desee estar con él, que todos tienen derechos, que...
Lo siento, hijo, pero te ha tocado. Nuestros deseos son muy importantes ¿O qué te habías creído? Lo siento, pero tú no vales nada. Adiós.
Podrán encontrarme en mi nueva página:
http://labolsaderomano.es/
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domingo, 18 de octubre de 2009
Querido hijo
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Muy bueno eso, romano. ¿Por que no lo mandas a la prensa...?
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